Quizás te seguis preguntando dónde la dejaste o dónde se te perdió. Y no fue en el colectivo, ni en la plaza, ni en el doctor. Fue hace tres días, cuando la vi abierta en la mitad de la calle y cruce heroicamente bajo la lluvia creyéndome que estaba en una película. La recogí para ver si tenía dueño y ver si podía devolverla. Empecé a ojearla y no encontré ningún nombre, ni teléfono, ni dirección. Sólo encontré tus poemas escritos entre las páginas de colores. Ahora los leo con el morbo de meterme en lo ajeno y además, te publico por accidente a ver si de alguna forma llegas a ver esto y recuperas tu libreta roja de poemas.
de las páginas amarillas...
Llueve detrás de la ventana
es verano, es mediodía,
el agua se agarra del
mundo como se agarran
los árboles,
como se clavan los
hombres las almas.
La lluvia es como dios
todos le dijimos algo
alguna vez
a todos nos toca
una parte de él.
El viento se lleva
toda mi cara,
la avenida sin alma
me acaricia,
el vértigo de la noche
son mis ojos
que esperan para ver.
El viento se lleva
toda mi cara,
aprieto la ciudad
en mis ojos
chiquititos
y una campana
reza para
la estación que se va
quedando dormida.