domingo, 19 de diciembre de 2010

las alas son para volar



Cuando se hizo mayor, su padre le dijo: hijo mío, no todos nacemos con alas. Si bien es cierto que no tienes obligación de volar, sería una pena que te limitaras a caminar teniendo las alas que te he dado. Aunque es verdad que no sé volar, me llevó caminando hasta el abismo de la montaña. Ves, este es el vacío. Cuando quieras volar, vas a venir aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo, extenderás tus alas y volarás. Dudó. Aunque te caigas, no morirás. Solo te harás algunos rasguños que te harán más fuerte para el siguiente intento.
Volví entonces a caminar en círculos sin poder concluir el diámetro del resultado de la resta del 10 menos el 9. Tomé el consejo de los que me querían y subí a la copa de uno de mis hijos. Llenándome de coraje, salté. Desplegué las alas, las agité en el aire con todas mis fuerzas pero desgraciadamente, me precipité a tierra. Me mentiste. Para volar, hay que crear el espacio de aire necesario para que las alas se desplieguen, necesitas cierta altura antes de saltar. Para volar, hay que empezar asumiendo riesgos. Si no quieres riesgos, lo mejor quizás sea resignarse y seguir caminando.


guardianadecristales, dirección y puesta cristiánsierralta, actuación carolinaloehnert, @escenapalermo 15-12-10 buenosaires.

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