
Nos dijeron que percibimos a través de los sentidos y, hoy me contaron también que, no sólo tiene que ver con el acto reflejo de habitar el cuerpo por el simple hecho de encarnarlo, sino con hacernos consciente de sus necesidades y derechos.
Además de responder a nuestras necesidades, de oxigenación, nutrición y musculares, también pasa por dar al cuerpo lo que es del cuerpo. A veces la mente (o por lo menos la mía) se olvida de la sabiduría que ofrece nuestra propia anatomía. El equilibrio natural que encarnamos toda vez que el cuerpo se encuentra libre. Y para eso, solo basta con cumplir con lo que necesita como acreedor de lo que viene anticipado por nuestra propia naturaleza.
Después de este trabalenguas, lo que quiero decir es que hoy me siento útil sobre mis rodillas (aparte de todo lo demás).
Buen día.
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