miércoles, 6 de octubre de 2010

ladoscuro

Lo confieso: tengo un lado oscuro.

A veces, la Bestia en mi interior se desata hambrienta y tengo que saciarla. Me vuelvo salvaje y aullo a la luna.
Pero ese no es mi lado oscuro.

En lo profundo de mi alma, albergo anhelos, deseos y pasiones que a veces no me atrevo a confesarme ni a mí mismo. Aunque a menudo las controlo, no siempre es así.
Pero ese no es mi lado oscuro.

Hay días en que me fallan las fuerzas y no soy capaz de mantener encendida la llama que ilumina el camino de mi corazón. Esos días, la oscuridad me rodea y todo se vuelve negro.
Pero ese no es mi lado oscuro.

Lo confieso: tengo un lado oscuro...

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