En mi casa uso CDs para escucharla por parlantes grandes. También la escucho en el computador, pero es otro tipo de atención. Y cuando estoy caminando en la calle ocupo audífonos.
Tuve muchos. Los típicos blancos, prácticos y simples. Tuve otros como los blancos, pero rojos que me regalaron. Más modernos, conservando el mismo concepto. Otros que no quiero mencionar, entre ellos los que se roban de los aviones, y hoy, tengo unos audífonos negros.
Estaba caminando en amsterdam y mis audífonos ya no funcionaban a pesar de probar las típicas técnicas (como doblar el cable dentro del bolsillo buscando el punto en que suena bien), ya no había nada que hacer para salvarlos así que entré a una tienda de cosas como audífonos y computadores, disfrazaban que pertenecían a los explotadores a través de la modernidad mezclada con el diseño. Ahí encontré los que uso hoy, unos skullcandy negros, uno de los modelos más sencillos, es como el "modelo base" de la línea, lo elegí por la forma y porque se mantenía sobrio a pesar de su diseño apartado de lo típico. Ah, y también por la calidad en la amplificación del sonido, porque para eso sirven.
Bueno, todo esto porque observando a los que cruzo mientras voy escuchando la banda sonora de mi vida me fijé que todos usan distintos. Formas, colores y estilos. Algunas mujeres usan unos que se afirman por la parte baja de la cabeza (detrás del cuello). Otros usan los blancos y los blancos de colores. Otros usan unos más grandes que los míos, con colores y diseños. Y, cuando cruzo a alguien con unos parecidos a los míos, como por un impulso mágico, me concentro naturalmente en la música y canto en mi mente.